Hablando del Tesoro de la lengua castellana o española (1611) de Sebastián de Covarrubias, traigo una cita tomada de la entrada ‘físico’, en la que Covarrubias nos explica los tres nombres (físico, médico, doctor) que daban entonces a los profesionales de la medicina, y se expresa en los siguientes términos sobre su ejercicio profesional:
« […] los llamamos physicos en quanto saben la theórica de la medicina, y médicos en quanto con la práctica nos curan. Por otro nombre los llaman doctores, y por ellos está el sinificado por excelencia, por la precisa necessidad que ay de que sean muy doctos, más que los graduados en teología o derechos; porque si yerran los primeros, ay recurso a la Yglesia, y al Santo Oficio, y si los segundos ay apelación para el juez superior; pero el error del médico es irremediable, y al punto se lo cubre la tierra, sin que aya quien se lo pida.»
Qué hermosa forma, ¿verdad?, de explicar en cuatro palabras el especialísimo grado de pericia y competencia que la sociedad ha demandado desde siempre a los médicos.
Enlaces:
[1] https://medicablogs.diariomedico.com/laboratorio/2018/08/27/los-medicos-doctos-doctores/
[2] http://www.infomed.vcl.sld.cu/sites/www.infomed.vcl.sld.cu/files/imagenoticia/94/thumb-normal_9.jpg