Un verano con salud

En esta etapa se incrementa el índice de focalidad del mosquito aedes aegipty, tema en el que las autoridades de la Salud en Villa Clara tienen que andar con mano dura, más si se tiene en consideración que Villa Clara es la tercera provincia del país de mayor infestación, con trasmisión del dengue en el municipio de Cifiuentes.Territorios como Sagua la Grande, Ranchuelo, Manicaragua y Santa Clara reportan también un elevado índice de focalidad, donde este último aporta el 75 % de los existentes. Del total de focos que aparecen en Villa Clara, el 64 % se detecta en el interior de las viviendas y el 35 % en manzanas que reiteran las incidencias. De allí la importancia del autofocal en el sector residencial y estatal en estos meses, y de tomar todas las precauciones para evitar contraer enfermedades como el dengue y el zika.

La combinación de las temperaturas y la humedad relativa propia de nuestro clima, crea un ambiente desfavorable para el bienestar térmico de las personas, lo que provoca crisis de asma, crisis hipertensivas, hipotensión, falta de aire, insomnio, irritación, decaimiento, fatiga muscular, golpe de calor, aumento del ritmo cardiáco, cefaleas, entre otros síntomas. De allí la necesidad en la etapa estival, de vestir con prendas frescas, usar sombreros y gorras, evitar exponerse al sol, no salir en los horarios de más calor, hidratarse y mantenerse en lugares frescos.

En este sentido es aconsejable el cuidado de los ancianos, quines no deben salir en los horarios de mayores temperaturas,pues son más sensibles  a la falta de aire y  a eventos cardiovasculares.

Las enfermedades digestivas son también típicas del verano. Estas son provocadas por el mal manejo de los alimentos. La  intoxicación alimentaria clásica del verano la producen las bacterias del género Salmonella, que suelen portar las aves y sus derivados, como por ejemplo el huevo, foco habitual de contagio. De igual forma las altas temperaturas provocan la descomposición más fácil de los alimentos, así como la proliferación vectores, trasmisores de bacterias y virus, por eso el llamado al control sanitario de quienes se dedican a la actividades gastronómicas.

Refrescarse en la piscina, en la playa o en el ríos son propuestas muy atractivas durante julio y agosto, pero son también fuentes contaminantes si no tienen la salubridad  adecuada. Infecciones vaginales, otitis, hongos, leptospirosis, dermatitis y bacterias, estas últimas con posibilidades de alojarse en cualquier órgano del cuerpo, son otros de los riesgos de la etapa veraniega. Por último no podemos olvidar las enfermedades respiratorias agudas, la conjuntivitis, la cistitis, la infección en los riñones y las infecciones de trasmisión sexual.

De cualquier  forma, bienvenidas las vacaciones, una etapa donde la responsabilidad y el disfrute tienen que andar de la mano para lograr un verano con salud.